La mujer siempre ha sido relegada a un segundo plano, como un ser más inferior que el hombre, con unas tareas definidas. Cuando hablamos de ésto no nos tenemos que ir muy lejos ya que hasta hace poco con el régimen franquista la mujer era muy infravalorada, y es de este tema por el cuál quiero hablar en este después de organización y mujeres. Antes de 1975 y durante el régimen franquista, las mujeres no tenían mucho poder en muchas partes de sus vidas públicas y privadas. Las mujeres representaban solamente las ideas conservadoras de la Iglesia Católica y las morales de la familia. Muchas reglas existían para mujeres en la época de Franco. Por ejemplo, las mujeres no podían obtener un pasaporte, abrir una cuenta bancaria, comprar un coche, entrar en un bar sola, cometer una infidelidad, ni trabajar sin el permiso de sus maridos. Las mujeres tampoco podían obtener un divorcio sin el permiso de su esposo ni mucho menos un aborto.
“Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese del trabajo. Especialmente, su plato favorito. Ofrécete a quitarle los zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero. Prepárate: retoca tu maquillaje. Coloca una cinta en tu cabello. Hazte un poco más interesante para él. Su duro día de trabajo quizá necesite de un poco de ánimo, y uno de tus deberes es proporcionárselo. Durante los días más fríos deberías prepara y encender un fuego en la chimenea para que él se relaje frente a él. Después de todo, preocuparse por su comodidad te proporcionará una satisfacción personal inmensa. Minimiza cualquier ruido. En el momento de su llegada, elimina zumbidos de lavadora o aspirador. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estrés, y sus necesidades reales. Haz que sienta a gusto, que repose en un sillón cómodo, o que se acueste en la recámara. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa. Anima a tu marido a poner en práctica sus aficiones e intereses y sírvele de apoyo sin ser excesivamente insistente. Si tú tienes alguna afición, intenta no aburrirle hablándole de ésta, ya que los intereses de las mujeres son triviales comparados con los de los hombres. Al final de la tarde, limpia la casa para que esté limpia de nuevo en la mañana. Preve las necesidades que tendrá a la hora del desayuno. El desayuno es vital para tu marido si debe enfrentarse al mundo interior con talante positivo. Una vez que ambos os hayáis retirado a la habitación , prepárate para la cama lo antes posible, teniendo en cuenta que, aunque la higiene femenina es de máxima importancia, tu marido no quiere esperar para ir al baño. Recuerda que debes tener un aspecto inmejorable a la hora de ir a la cama... si debes aplicarte crema facial o rulos para el cabello, espera hasta que él esté dormido, ya que eso podría resultar desagradable para un hombre a última hora de la noche. En cuanto respecta a la posibilidad de relaciones íntimas con tu marido, es importante recordar tus obligaciones matrimoniales: si él siente la necesidad de dormir, que sea así no le presiones o estimules la intimidad. Si tu marido sugiere la unión, entonces accede con humildad, teniendo en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar. Si tu marido te pidiera prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes. Es probable que tu marido caiga entonces en un sueño profundo, así que acomódate la ropa, refréscate y aplícate crema facial para la noche y tus productos para el cabello. Puedes entonces ajustar el despertador para levantarte un poco antes que él por la mañana. Esto te permitirá tener lista una taza de té par cuando despierte"

Si fumaban o no llegaban virgen al matrimonio era una deshonra para la mujer, mientras que un hombre debía de llegar muy experimentado.
En definitiva una mujer sin derechos pero con muchas obligaciones, no sólo maltratada fisicamente sino también psicologicamente. Y de este tema se podría hablar más largo y tendido, sobretodo con alguna mujer que haya vivido en sus "propias carnes" este suplicio, pero por el momento dejo esto.Solamente decir que menos mal que la cosa ha evolucionado y que poco a poco la mujer va teniendo un papel importante en la sociedad aunque todavia luchemos entre otras cosas por un sueldo equitativo o un cargo importante, confio que en un futuro no muy lejano sea así.
He encontrado por la red un video que no tiene desperdicio. Son algunos anuncios de la época franquistas referentes a la mujer.