Se refiere al conjunto de técnicas y tecnologías de la comunicación, basadas fundamentalmente en Internet y telefonía móvil, asociadas a la acción colectiva o desobediencia civil, bien en el espacio virtual, bien en el plano real.
Han utilizado técnicas de ciberactivismo organizaciones como Intermón Oxfam, Amnistía Internacional, Greenpeace,
En concreto Intermón Oxfam, Amnistía Internacional y Greenpeace proponen en sus páginas ciertas formas de voluntariado electrónico o ciberactivismo participando en sus cadenas de envíos de e-mails, y cartas, como protesta ante las acciones lesivas contra los derechos humanos, o el medioambiente, por parte de multinacionales y gobiernos.
Otras webs que promueven el ciberactivismo son Yo Grito, una web para apoyar campañas y acciones sociales online, Manifestación Virtual,
En el campo de los Derechos Humanos, Paz y Justicia destaca por su actividad en recoger y reunir en su web múltiples llamadas ciberactivistas y llamamientos de movilización de decenas de ONGs y colectivos, reuniéndolos en una sola página que se actualiza constantemente y que, así, evita al ciberactivista tener que visitar todas las webs de esos grupos.
El ciberactivismo puede también tomar una forma espontánea, en la que la tecnología y las relaciones en red eliminan la división entre movilizadores y movilizados. Este es del caso de las movilizaciones espontáneas de protesta tras los atentados del 11M en España en 2004, el movimiento EDSA II en Filipinas en el año 2001, en las revueltas estudiantiles contra el CPE en Francia de 2005 o las manifestaciones por una vivienda digna en España en 2006.
Micropolítica educativa:
El modelo político en las instituciones educativas recibe cada día mayor reconocimiento por parte de teóricos y prácticos. Para reconocer y comprender la dimensión política de las instituciones escolares es necesario relacionar dos enfoques que generalmente se presentan disociados. Por una parte, el enfoque interno, que persigue estudiar y analizar las escuelas como sistemas de actividad política —en cuyo caso estaríamos hablando de micropolíticaeducativa—, y, por otra, el enfoque estructural, que presenta a la escuela como un aparato del Estado, responsable sobre todo de la producción y reproducción ideológica. Esta visión macropolítica de la escuela es necesaria, a su vez, para comprender su relación con el sistema económico, la justificación del currículo «oficial», el juego de intereses políticos e ideológicos que existen en la sociedad y en el sistema político en torno a la educación y a sus instituciones. Es necesaria la superposición de ambos enfoques para lograr un conocimiento más aproximado de la realidad.




